Desde la Asociación Venezolana y el SJM advierten sobre los riesgos para las víctimas de estos abusos.
‘Este negocio criminal sigue acechando en la frontera’, afirma Patricia Rojas, presidenta de la Asociación Venezolana en Chile, sobre la expansión de las denominadas ‘mafias’ dedicadas al tráfico de migrantes.
Un delito que sigue vigente en medio del persistente ingreso de extranjeros al país por pasos no habilitados, pese a los mayores controles en zonas limítrofes con Perú y Bolivia. Según cifras de Carabineros, en 2021 se detectaron 147 casos de tráfico de migrantes en el país. La cifra representa un aumento de siete veces en comparación a los 21 casos de 2020, en una tendencia siempre al alza que se evidencia con más fuerza al considerar los 10 casos totales de 2019.
Para Rojas, en el incremento del tráfico de migrantes ha incidido con fuerza el cierre de fronteras adoptado por la pandemia, como también las restricciones impuestas por las denominadas visas consulares implementadas tanto para venezolanos como haitianos.
‘Las personas que salen de Venezuela, más en el período reciente, lo hacen prácticamente sin recursos, y lo poco que tienen justamente lo invierten en pagarles a estas bandas con la esperanza de llegar a destino de una manera segura. Aunque mientras más se ataca a estas ‘mafias’, más costosos se vuelven estos servicios. Estas personas lo hacen sin saber que están siendo víctimas del tráfico de personas’, afirma.
‘Antes veíamos que una persona podía pagar 250 dólares, con lo que llegaba hasta la frontera de Chile con Bolivia. Ahora sabemos que hay personas que pagan hasta mil dólares, pero los dejan tirados en la frontera. Es algo sumamente costoso, pero la situación en Venezuela empuja a los familias a tomar estas medidas de alto riesgo’, añade Rojas, quien precisa que algunos migrantes se arriesgan a secuestros y las mujeres incluso a ejercer la prostitución tras caer en manos de estas bandas.
De acuerdo a datos de Carabineros, entre enero y abril pasado ya se registraban 72 delitos de tráfico de migrantes en el país. Del total, 57 casos se han reportado en la Región de Tarapacá, 10 en Arica y Parinacota y 3 en la Región de Antofagasta.
Pablo Roessler, jefe de estudios del Servicio jesuita a Migrantes (SJM) y coordinador del Observatorio de Migraciones y Movilidad Humana, sostiene que los análisis de esta entidad han permitido adentrarse en las causas de esta contingencia fronteriza. ‘En el estudio ‘Migración en Chile: balance de las movilidades humanas entre 2018 y 2022′ se expone una consolidación del seguimiento que hemos realizado con datos administrativos y la experiencia de nuestro equipo en terreno. Así hemos ido observando cómo el aumento de ingreso por pasos no habilitados trae consigo riesgos enormes y entre estos se encuentran las pérdidas de vidas humanas hasta los peligros de quedar a merced del tráfico ilícito de migrantes. Con datos del Ministerio Público podemos conocer que en 2021 se notificaron casi mil víctimas de tráfico ilícito de migrantes, lo que va en clara alza comparándolo con años anteriores’, sostiene el experto del SJM.
RIESGO
Familias han sido abandonadas en pleno desierto o en zonas precordilleranas por estas bandas.
Fuente: El Mercurio