La directora nacional del Servicio Jesuita a Migrantes aseguró en CNN Chile que tienen que haber conversaciones bilaterales entre los países para recibir personas porque “básicamente quedan en el limbo”. “Eso, en términos de DD.HH. en general, es inaceptable”, señaló.
En su viaje a las regiones del norte del país, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, catalogó como un fracaso el proceso de reconducción de migrantes que comenzó a aplicarse durante la administración del presidente Sebastián Piñera.
En un punto de prensa, la autoridad señaló que “la reconducción fue anunciada como una de las grandes medidas para enfrentar el ingreso irregular de inmigrantes, y la verdad cuando no hay un acuerdo bilateral, cuando no han habido gestiones diplomáticas, la reconducción se puede transformar en un gran fracaso y lamentablemente es eso lo que ha ocurrido“.
Ante los dichos de Monsalve, la directora nacional del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), Waleska Ureta, aseguró en Noticias Express de CNN Chile que “nosotros creemos que es una medida muy frágil, una medida que no resuelve todo lo que estamos viviendo hoy“.
“El subsecretario hablaba que era muy importante haber hecho relaciones diplomáticas para que este mecanismo pudiese resultar, pero también hay hartos otros elementos y detalles importantes sobre este mecanismo que hay que hablar”, expresó.
Al respecto indicó que para que la medida resulte “tiene que haber conversaciones bilaterales para que el país no se niegue a recibir a las personas porque, básicamente, lo que sucede es que quedan en el limbo”.
“No los dejan entrar al país que quieren ingresar y tampoco los reciben en el país por el que estaban entrando. Entonces, efectivamente han quedado personas que han estado errando porque no los dejan entrar a ningún país y eso, en términos de DD.HH. en general, es inaceptable”, añadió.
Otro tema importante para la directora del SJM es la fragilidad de la reconducción inmediata “que uno la puede ver por la discrecionalidad que puede existir en los funcionarios de fronteras para definir quienes tienen que retornar y quienes no”.
La reconducción “es un mecanismo que tiene unas fragilidades y es muy delicado si los funcionarios de frontera no están capacitados con un enfoque de derecho, en cómo se implementa y en cómo se hace también un orden en términos de quién debiese ser reconducido y quien no“, concluyó Ureta.
Fuente: CNN Chile.