Los días 9, 10 y 11 de abril se realizó el Congreso Internacional de Movilidad Humana 2025 en Santiago, organizado por el Servicio Jesuita Migrante, el Centro de Políticas Migratorias, la Facultad de Derecho de Universidad Adolfo Ibáñez, el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago, el Centro Vives de la Universidad Alberto Hurtado, Acnur, la Agencia de la ONU para los Refugiados y la Fundación Avina.
“Es una gran oportunidad y un honor que nuestro país reciba tantas personas que han estudiado y han implementado políticas públicas sobre movilidad humana, en momentos que es parte muy relevante del debate público en Chile”, aseguró Waleska Ureta, directora nacional del Servicio Jesuita a Migrantes en la inauguración.
“Mujeres, niños y niñas que vienen de distintos lugares a nuestra patria. Hemos conocidos sus historias, hemos valorado la riqueza de la diversidad cultural que nos aportan, sabemos de lo que aportan al mundo del trabajo, a la productividad del país en diversos ámbitos, pero asimismo sabemos que la convivencia nos ha ido presentando desafíos cada vez más crecientes”, agregó Cristian del Campo, rector de la Universidad Alberto Hurtado.
Luego de 40 meses temáticas de abordaron experiencias de integración social, trayectorias migratorias, políticas sobre movilidad infantil, trabajo, salud, incluso narrativas y arte como espacio de resistencia y visibilización, la conclusiones de los organizadores y asistentes fueron positivas.
“Fue una muy buena experiencia, quedamos muy contentos con la gente que vino. Pudimos conversar e las cosas que hoy día nos desafían, pero también donde hay esperanza, optimismo y decisión para poder ir avanzando en un país y una región en que podamos convivir y tener mejor políticas, mejor barrios, mejor convivencia y seguir avanzando hacia una sociedad que sea más unida”, espera Juan Pablo Ramaciotti, director del Centro de Políticas Migratorias.
“Tenemos que volver a nuestros territorios a accionar”, propone Antonia Garcés, coordinadora programática de Fundación Avina. “A fortalecer no solo nuestro compromiso, sino que nuestra acción en favor de las personas en situación de movilidad, pero también de las comunidades de acogida, de las que también hemos hecho eco”, agrega Rebeca Cenalmor, jefa de la Oficina Nacional de Acnur, la Agencia de la ONU para los Refugiados.
La opinión de los asistentes
“Me pareció genial, muy provechoso, me voy de aquí con muchas ganas de seguir aprendiendo”, indica Leonardo Reyes de ProMigra. “Fue interesante encontrar nuevas narrativas, nuevas investigaciones, nueva experiencias de la sociedad civil que aportan al trabajo que nosotras y nosotros hacemos”, agrega Sofía Rodríguez del SJM ARU.
Por su parte, Mirza Cequea, Universidad Católica del Norte, contó que “desde laacademia es importante conocer lo que hace la sociedad civil, pero también lo que piensa el conjunto de las personas. Ese enlace entre sociedad, academia y estado es importante para entender el problema, pero también para darla una solución efectiva”.
Finalmente, Manuel Ruiz de la Red Jesuita con Migrantes señaló “que confluyeran voces que estamos dedicadas al acompañamiento, a la incidencia o a la investigación en derechos vinculados a la movilidad, es un valor en si mismo, en momentos que están avanzando narrativas de amenaza y desmantelamiento del sistema internacional”.