La tendencia es esperable, dicen expertos. Lo mismo pasa con el impacto negativo de la suspensión de clases.

Qué políticas debiera tener Chile respecto de la inmigración fue otra consulta de la CEP. Los encuestados elegían una casilla entre 1, que era prohibirla totalmente, y 10, permitirla libremente. El 61% optó por notas de 1 a 4 y solo 8% a la inclinación de 7 a 10.
‘No nos sorprende’, dice Pablo Roessler, jefe de Estudios del Servicio Jesuita a Migrantes. ‘Hay un deterioro en la convivencia que puede deberse a aumentos sin precedentes de los ingresos por pasos no habilitados, lo que genera tensiones con la sociedad de acogida. Además, no son inocuos los discursos y medidas, como las expulsiones televisadas, que no ayudan a impulsar una cohesión social‘, agrega.
A Manuel Hidalgo, vocero de la Coordinadora Nacional de Inmigrantes, no le agradó la pregunta: ‘En medio de una crisis económica y social profunda y prolongada, la receptividad hacia la inmigración razonablemente se resiente. Preguntar esto es sencillamente malintencionado’.
También se indagó por el efecto de la suspensión de clases presenciales durante la pandemia. Un 82% señaló que el impacto en la salud mental fue ‘muy negativo o negativo’ y 83% dijo lo mismo sobre el impacto en el aprendizaje.
Jennifer Conejero, psicóloga infanto-juvenil de la Clínica Santa María, está de acuerdo. ‘Los niños perdieron training de clases, la enseñanza constante, la capacidad de trabajo en grupo, además del desarrollo social, que es una forma de aprendizaje transversal. Sobre salud mental, hay aumento de maltrato infantil y hacia la mujer, sumado a la depresión y ansiedad por el encierro. Y el uso de pantallas afecta la capacidad atencional y de comunicación uno a uno’, asegura.
OTRAS CIFRAS
61% votó entre 1 y 4, donde 1 es prohibir toda inmigración y 10 es permitirla libremente. Un 8% eligió valores de 7 a 10.
82% piensa que la suspensión de clases presenciales impactó de manera negativa en la salud mental de los estudiantes.
Fuente: Publimetro