FENÓMENO. Hasta diciembre de 2021, se dio cuenta de 106 mil personas extranjeras viviendo en la zona. Se estima que en los últimos cuatro años hubo un incremento del 15% de esta población.
Esta semana, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) publicó su estudio “Estimación de personas extranjeras residentes en Chile al 31 de diciembre de 2021”, en conjunto con el Servicio Nacional de Migraciones (SERMIG). En él se marca que hasta la fecha señalada la cantidad de migrantes que viven en el país es de 1.482.390, representando un alza de 1,5% en comparación al 2020.
En lo que respecta a la segunda región, esta aparece como la que acoge la segunda mayor cantidad de extranjeros, siendo 106.274 personas las que residen en la zona, siendo solo superada por la Región Metropolitana. La cifra representa un alza relativa de un 4,2% respecto al año anterior y una del 15,7% desde el 2018.
En el tramo de los últimos cuatro años, Antofagasta ha recibido 14.451 inmigrantes que han instalado su residencia en la región. Esto también deja a la región como la segunda con mayor incremento absoluto en ese periodo de tiempo, nuevamente por detrás de la Metropolitana.
En términos de comunas, la capital regional también resalta como la segunda con mayor cantidad de extranjeros residentes, con 64.043 personas. Por su parte, la comuna de Calama ocupa el octavo puesto, dando lugar en su territorio a 31.812 personas.
Análisis
Los resultados que marca el estudio se basan principalmente en torno a personas con trámites migratorios iniciados, por lo que se incluyen mayoritariamente a extranjeros en situación regular. Ante esto, desde el SERMIG se indicó que los números referidos a casos irregulares se considerarán en la siguiente estimación.
“Se saca una foto al contexto final de la pandemia y muestra lo que ocurre con una frontera formalmente cerrada. En la próxima estimación vamos a incorporar el dato de la irregularidad en la fórmula. Nos parece importante visibilizar esta realidad, que tanto desde el punto de vista estadístico como de política pública es muy desafiante”, señaló el director nacional de SERMIG, Luis Eduardo Thayer.
A la vez, el también sociólogo destacó la importancia que estos datos pueden tener para las autoridades: “Hoy estamos entregando un importante insumo para la planificación de los municipios, gobiernos regionales y, por supuesto, del Ejecutivo”.
En línea con lo anterior, algunos analistas destacan que estos datos permiten dar cuenta de fenómenos particulares que están ocurriendo en ciertas zonas y que permitirían la implementación de estrategias más específicas para lidiar con potenciales conflictos.
“Se debe entender que lo que nos muestran estas cifras es que la migración hacia Chile es tremendamente diversa, y que las soluciones que se le ofrecen a una región no pueden ser las mismas que a otra. Por ejemplo, en Antofagasta hay una inmigración colombiana y boliviana más predominante que la venezolana. Entonces, hay un tema de cómo se van generando ciertos patrones de interacción”, explicó el investigador del Servicio Jesuita Migrante, Juan Pablo González.
Por otro lado, es muy latente el fenómeno migrante que ha marcado la contingencia durante el último par de años, y que puede llevar a la impresión de que la cantidad de habitantes extranjeros puede ser aún mayor en el futuro. Ante este escenario, se recomienda ser cuidadoso.
“Es complejo. Si bien hay un aumento, ese 1,5% nacional en los últimos cuatro años muestra una desaceleración de los saldos migratorios respecto a periodos anteriores. Como estamos saliendo de la pandemia, estamos en un panorama muy complicado para hacer predicciones. Se debe ser cauto y prepararse para cualquier suceso”, señaló González.
“Creo que el flujo migratorio continuará, sobre todo por parte de Venezuela que mantiene sus problemas políticos y sociales. Pero también hay personas que ya están radicadas que requieren agilizar los trámites burocráticos para integrarse apropiadamente al mercado laboral. En ese sentido, es poco lo que se puede decir al respecto”, indicó por su parte el director del Centro Nacional de Asuntos Migratorios de la Universidad de Talca, Medardo Aguirre.
Desglose
Al ahondar en los datos de la población extranjera residente en la región, se puede destacar que el 53,2% se encuentra en el rango etario entre los 25 y 44 años. Además, se concentra un 11,6% entre los 0 y 14 años, lo que convierte a Antofagasta en la zona con la mayor proporción de menores de edad.
La comunidad boliviana es la de mayor representación, con un 38,7% del total, seguido por la colombiana con un 29,4%. Las personas venezolanas equivalen a un 8,4% de la población migrante, aunque también han tenido la mayor alza de residentes desde 2018 con un 1,9% de aumento.
Fuente: El Mercurio de Antofagasta.